La blefaroplastia se realiza en personas de múltiples edades y con un estado de salud favorable. Es importante tener en cuenta que no se debe estar tomando aspirinas u otras medicaciones que afecten la coagulación; y si se tiene el hábito del cigarrillo, es necesario suspender este, por lo menos tres semanas antes del procedimiento para evitar posibles complicaciones.

La blefaroplastia es un procedimiento que no implica mayores para el paciente generalmente, aunque es necesario tener todas las precauciones pertinentes para evitar posibles complicaciones como perdida de irrigación sanguínea en segmentos de la piel y alteraciones de la cicatrización. Estas posibles complicaciones son cada vez más infrecuentes y la cicatrización final en la gran mayoría de los casos es casi invisible. Complicaciones como descolgamiento del párpado inferior se disminuyen utilizando una técnica quirúrgica muy cuidadosa y precisa, y cumpliendo con los cuidados postquirúrgicos recomendados por el grupo médico.

A pesar de la hinchazón y los hematomas que se puedan presentar, realmente este es un procedimiento poco molesto. Es aconsejable tomar un par de días de reposo para una adecuada recuperación, aplicando hielo intermitentemente, evitando los esfuerzos, la lectura y la televisión. Las terapias postoperatorias ayudan a acelerar los procesos de cicatrización y recuperación. También es importante tomar los medicamentos de la manera prescrita.

En general puede combinarse con ritidoplastia, resurfacing o elevación de cejas o pexia de cejas. Las terapias como “resurfacing” con laser o peelings químicos deben posponerse y no hacerse simultáneamente. Se puede hacer terapias simultáneas como Botox o rellenos faciales con Ácido Hialurónico.